No pares
¿Quien mató a Abel? - Su hermano. ¿Quiénes vendieron a José? - Sus hermanos. ¿Quiénes expulsaron a Jefté? - Sus hermanos. ¿Quiénes sintieron envidia de David? - Sus hermanos. ¿Quien no estuvo contento con la vuelta del Hijo Pródigo? - Su hermano. Entre tantos ejemplos en la Biblia, percibimos que todos los traicionados y maltratados por sus propios hermanos fueron muy bendecidos y guardados por Dios. Por lo tanto, no pare de frecuentar la iglesia y no deje de buscar su salvación porque algún hermano te ha herido. ¡Recuerde que su comunión es con el PADRE (Dios), y no con el Hermano! 😉 Via: Riviera Vida Fest.