La actitud en la oración

Lucas (18:10-13) Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

Un famoso pastor  del siglo XLX dijo en una ocacion "La oración honra a Dios; y deshonra a uno   mismo" E.M.Bounds

Debido a que para varios de nosotros; en la actualidad la sociedad es libre y próspera, es más fácil que los cristianos en todo el mundo se sientan seguros presumiendo de la gracia de Dios como el publicano, que dependiendo de ella. Esta actitud se esta introduciendo en la actualidad entre los creyentes que se quedan satisfechos con las bendiciones físicas y tienen muy poco deseo de las bendiciones espirituales, dejando a un lado el buscar de Dios en medio de la oración.

Al haberse vuelto tan dependientes de sus recursos físicos, sienten poca necesidad de los recursos espirituales y se corre el riesgo de volverse un cristiano religioso. Cuando los programas, métodos y dinero  hechos por el hombre producen resultados impresionantes, hay una inclinación a confundir el éxito humano con la bendición divina, es entonces que los cristianos pueden en realidad comportarse como verdaderos fariseos o personas religiosas, viviendo como si Dios no fuera necesario mas que en lo mínimo.

¿Cuantas veces los cristianos han pensado estas frases para si mismos?:

-La verdad: no quiero molestar a Dios con MIS cosas que son tan pequeñas

-Por una mentira chiquita, no creo que Dios me diga nada

-Me ofrecieron un mejor puesto en el trabajo por el logro que YO hice

-YO no soy como aquel hermano de la congregación

-YO tengo esto o aquello porque trabaje mucho

El cristiano debe de tener cuidado con las actitudes de su corazón en su vida diaria y delante de la presencia de Dios, pues el corazón "es engañoso mas que todas las cosas y perverso" el cual solo conoce Dios (jeremías 17:9).  Es por eso que debemos de entender que en la oración diaria se comienza y se termina no con las necesidades del hombre, sino con la gloria de Dios; agradeciéndole a el y reconociéndolo en todos los aspectos de nuestra vida, incluso en aquellos en los que consideremos que son muy insignificantes; a si como lo hizo el publicano. El; no llego delante de Dios justificándose así mismo ni jactándose de sus logros en su vida cotidiana, mas bien llegó reconociendo a Dios como el Todopoderoso y se reconoció delante del que todo lo sabe en la verdadera condición en la que se encontraba, rogándole a que derramase un poco de su perdón sobre el pues no se sentía ni digno de recibirlo. Este es un buen ejemplo bíblico de como mantener una actitud humilde y real delante de Dios, el salmista tuvo una actitud similar:

Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy.
He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah
Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.(salmos 39:4-6)

Una actitud como la del publicano honra a Dios de principio a fin, pues el "resiste a los soberbios y da gracia a los humildes" ( 1 de pedro 5:5).